12/8/04

Tras el vidrio de confesiones

Un rostro anciano, inquieto y lleno congoja
Se aventura y mira a otro anciano, se lanzan un saludo sobrio
Y se tienden ambos en sus colchonetas hundidas a la altura del piso
Se observan largo rato, haciendo tedioso el cruzar de las miradas
Acarician sus caras, sus rostros pálidos, de facciones largas
De barbas blancas crecidas, clavando un roce seco sobre el pecho hundido
Se alargan la piel, falsean las arrugas y las marcas de la vejez
Estiran a manera de goma sus caras y se miran con cierto entusiasmo

Conversan acerca de la jornada, acerca de embates pasados y del porvenir
Se sonríen con una cara llena de dolor, que intenta desplegar muecas olvidadas
Entregan un mazo de cartas a la mesa que los une y juegan en silencio
Suelen acontecer chispas de vida de tanto en tanto, ocultas bajo la bruma del amanecer
Sus manos se relatan los años, los hijos, los nombres, las fechas
La memoria es un dispositivo de escaso uso en tiempos como los que se relatan
Cada brillo de felicidad ha quedado en tiempos de juventud, si es que lo ha habido
Estos rostros sólo se compadecen el uno al otro, resulta eficaz en ciertas circunstancias

Toman el desayuno con ambas manos, sujetando sus tazas calientes
Sienten el calor de sus bebidas y las catan brevemente, de a sorbos lentos
Gotean de sus labios el sabor del agua matutina, y se ríen cómplicemente
Relatan ciertos hechos, algunas curiosidades de barrio, algún suceso en común
Se convidan cierta intimidad y se olvidan de la habitación
Se convierten en polvo y se pierden en formas y tamaños
Revuelven sus brazos en los aires, se despliegan hacia el tragaluz
Revolotean sus alas de polvo y se chocan contra las paredes
Saborean los aires húmedos del cuarto y se enfundan en el misterio del vuelo
Conquistan las alas de las polillas y atraviesan las aberturas del lavabo
Asechan a las moscas que fluyen de los platos sucios y juegan con sus miles de ojos
Se detienen y se miran, se hacen ancianos de polvo de nuevo

Toman una navaja, se miran con cierta irritación desesperanzada de triunfo
Y ambos clavan sus armas blancas en el centro del espejo
Observa su digna imagen derrotada tras el vidrio, se complace de estar delante de ella
Prende un cigarrillo y ve a su retador encerrado tras la placa, le regala una sonrisa más
Lanza el humo hacia él y lo nubla de una capa de olores hediondos y tabaco
Toca la herida que queda en su brazo, el dolor del cuchillo que penetró en su húmero izquierdo
Lame con su boca la sangre y mira a su amigo, su reflejo confidente matutino

Toma la navaja y la hunde en su barba, la retoca prolijamente
Se sentirá solo por la tarde y deberá seducir algún otro forastero
Alguien que quiera ser su imagen de polvo en su espejo


2 comentarios:

  1. muy linda la musica que agregó. es suya?
    chihiro
    ( che, contesta cuando aparces en el msn... siempre te pierdo por un segundo)

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  2. hola ale, el tema que agregué en el perfil es de sebastián kramer, es un lindo tema. en el msn, disculpá si no contesté o no hablé, ando un tanto colgado cada vez q entro. están lindos los escritos? estos últimos parece que van en decadencia...en fin, te escribo pronto via mail. un saludo grande

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